lunes, 10 de febrero de 2020

OPINIÓN: La inclusión y la diversidad se predican con el ejemplo.



***IMAGEN CON FINES ILUSTRATIVOS*** Tapa Producciones.

Posiblemente usted al igual que yo esperábamos con ansias que llegara el domingo para disfrutar DESDE LA COMODIDAD DE SU CASA O ESTABLECIMIENTO COMERCIAL al lado de sus amigos (los que aún no se han hecho hipersensibles) y familiares el tan esperado partido entre el Deportivo Saprissa y la Liga Deportiva Alajuelense en el cierre de la jornada 8 del Torneo de Clausura 2020 de la Liga Promerica.


El partido más importante del Campeonato Nacional representa para muchos costarricenses un momento de distracción y entretenimiento para mitigar en un efímero lapso de 90 minutos, el trajín cotidiano y los problemas que nos aquejan día a día ¿pero que pasa cuando nuestro único distractor comienza también a robarnos la paz interior?

El único partido de la máxima categoria que reune a ticos por igual quedó en un segundo plano o mejor dicho en un tercer plano, hoy lo que se comenta en los chats de whatsapp, en los grupos de Telegram, en redes sociales, buses, taxis y mercados y en todo aquel lugar civilizado donde aún existe el contacto persona a persona, no es precisamente del juego en si, pues a la fiesta llegaron particulares que no estaban invitados y se robaron la atención de todo el país.

La fiesta a la que nos invitaron este domingo a las 4:30 pm se vio lamentablemente interrumpida en **PLENA MITAD**, pues cuando llegaron estos particulares dividieron y polarizaron como los grandes, como solo ellos lo saben hacer y con la precisión de un reloj fabricado en Suiza, una de las pocas reuniones que increíblemente se conservan en nuestros tiempos comos el poder de convocatoria que solo tiene el Clásico Nacional.

Cuando aconteció esta situación, muchos de los invitados decidieron abandonar la fiesta a la que tod**O**s estabamos invitados ¿y quién se la quería perder tratándose la última fiesta ABIERTA Y GRATUITA a la cual nos van a invitar?, aunque llegaron con la disposición de festejar y compartir con sus allegados, muchos tomaron la salomónica decisión de no seguir en la actividad.

Y es que tengo total seguridad que muchos comparten el sentimiento, otros tendrán el mismo sentir pero se lo dejan para su circulo y otros temen decirlo a los cuatro vientos por miedo a represalias ¿Con qué voluntad va ir usted otra vez a una fiesta o con qué motivación se va relacionar con el mundo exterior si hoy en día experimentamos un temor irracional a la autenticidad, a expresarnos tal cual somos, como habíamos desarrollado otras relaciones en un pasado que ya añoramos?.

Si usted es de las pocas personas que ha logrado soportar este articulo y logró llegar a este párrafo, es posible que haya atravesado o esté atravesando esta lamentable experiencia, pero usted no está solo, somos muchas las personas que ya no damos más, no soportamos más esta situación, hoy con el patrocinio de medios de comunicación masiva, nos sentimos totalmente abandonados y desamparados, poco a poco nos han encasillado y etiquetado por no alinearnos a nuevas corrientes de pensamiento que hoy más allá de ser una opción o una alternativa, quieren ser impuestas por un grupo minúsculo pero con poder de influencia peligroso en plataformas digitales y ahora desgraciadamente en medios tradicionales.

Hoy quienes pregonan y hablan de inclusión y diversidad, son los mismos que hace 4 años dejaron por fuera a su principal nicho de mercado de lunes a viernes para atiborrar la franja de novelas, hoy los mismos que pretenden ser inclusivos y diversos, excluyeron a más de la mitad del país durante uno de los eventos mediáticos más importantes y esperados por todo el planeta, con estos antecedentes ¿Con qué autoridad y moral pretenden -los particulares que llegaron a la fiesta de ayer de dividir y polarizar la reunión- a imponer su pensamiento a los demás? y lo más irónico de todo en la última fiesta donde todos los ticos fuimos invitados por igual, pues para la próximo solo podrán llegar los que tengan el gusto de pagar para disfrutar de la misma y sino se quedan en la entrada, la más grande ironía entre todas las ironías, si la ironía fuera un árbol, esto sería un bosque.

La inclusión y la diversidad se predican con el ejemplo, con hechos concretos, no con imposiciones, no con ordenes de disculpas ni con discursos de paz mundial, si realmente quieren un cambio empiecen por ustedes mismos y cuando todos seamos parte de sus intereses, nos tocará poner de nuestra parte para volver a unir al país y recuperar la armonía y la paz que por muchos años caracterizaron a esta nación.


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