El arbitraje de CONCACAF siempre ha sido el peor del mundo, ayer se reafirmó esta teoría y con grandes argumentos, la pésima, nefasta, deprimente y pauperrima actuación del arbitro estadounidense, Jair Marrufo tuvo una tarde y noche para el olvido (Hora de Costa Rica).
Los segundos 45 minutos del partido de ayer entre Costa Rica y El Salvador se vio una clara y hasta descarada inclinación hacía los salvadoreños, pitando todas las faltas de Costa Rica y dejando pasar por alto las entradas durisimas de los jugadores de la "Selecta".
La situación con Marrufo se ponia color de hormiga cuando no pitó un penal por una falta sobre Bryan Ruíz dentro del área, pero lo peor de este señor no quedó ahí, una prueba mas que evidente que el central la tenía contra nosotros fue en el gol más que legitimo de Alvaro Saborío, esto porque cuando Miguel Montes despejó el balón, un defensor lo habilitó y además que "Sabo" venía desde atrás.
El ya bautizado "Malufo" al frente de sus narices no pitó una falta en donde Quintanilla y Zelaya hicieron como una especie de muro para obstruir el paso a Celso Borges, 5 segundos después le sacó amarilla a Borges por no pitar el penal claro sobre Ruiz.
Definitivamente CONCACAF le tiene la guerra declarada contra Costa Rica, no hay nada de que asombranos con estos arbitros que pone en la Copa de Oro, es solo para beneficiar los intereses de México para que se deje el primer lugar del Grupo A sin ninguna prisa.
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