El italiano Matteo Quintavalle llegó a Costa Rica en el año 1998 y aunque ya tenía importantes empresas en el país, no fue hasta a mediados del 2007 que se dio a conocer cuando se metió de lleno en el futbol nacional para invertir en equipos de la primera división y jugadores.
El apellido de Quintavalle comenzó a salir en medios de comunicación en Marzo del 2007 cuando mostró interés en comprar a la Asociación Deportiva Carmelita, pero esto nunca se dio pese a varias reuniones y negociaciones que tuvo con la Junta Directiva verdolaga encabezada en aquella época por Carlos "Cañon" Gonzalez.
Las sorpresas siguieron 2 meses después cuando el empresario sin ser un agente FIFA fichó con futbolistas de la primera división como Wilmer López, Kurt Bernard, Wilson Muñoz, Ronald Gómez y Allán Alemán, a éste último el italiano le canceló todas las deudas que tenía, por todo esto Alemán calificó a Quintavalle como un padre para él.
Los problemas para comenzaron Quitavalle ese mismo año cuando fue demandado por inversionistas estadounidenses, quienes aparemente no recibían las utilidades, por lo que su imperio que pretendia hacer en el futbol nacional se vino abado ya que por esta situación fue detenido mientras se daba el proceso de investigación, sin embargo él canceló una fianza para quedar en libertad por su padecimiento del corazon y diabetes.
Los últimos días del italiano fueron similares a los del 2007 ya que nuevamente era objeto de otra investigacion por supuesta estafa, el martes anterior fueron allanadas sus propiedades con el objeto de buscar evidencias de sus inversiones en el país.
Quintavalle falleció este viernes en horas de la mañana en su casa de habitación en Escazú debido a un paro cardiaco, luego de una vida de multimillonario, pero rodeado de mucha controversia.
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